COMUNICADO DE PRENSA/WEB

Granada, 19 de julio de 2012

En referencia a las últimas declaraciones realizadas por la presidenta y secretaria de la AA.VV. “La Cruz”, Dña. Manuela Hernández Carrillo y Dña. María Luisa Ortiz Durán, en el artículo que lleva por título “Qué Cruz con los dichosos nombres”, publicado el 09 de julio de 2012 en la página 12 del Diario Ideal, en las que señalan que los vecinos del barrio de Albayda están siendo confundidos, por la Asociación de Vecinos Albayda, a la cual se refieren como “invento” o “asociación de amigos que no está reconocida por el Ayuntamiento de Granada”, yo María del Carmen Muñoz Cabello, en representación de AA.VV. Albayda, deseo manifestar que:

  • Dichas declaraciones constituyen una falsedad y una injuria gratuita: AA.VV. Albayda es una asociación vecinal que lleva trabajando trece años por su comunidad y por su barrio. Como tal, está inscrita en el Registro de Asociaciones de la Junta de Andalucía con el número 5148, Sección 1ª, siendo legalmente una asociación vecinal. Asimismo, AA.VV. Albayda está incluida en el Registro de Entidades Ciudadanas del Ayuntamiento de Granada, con el número 39, sección 3ª, siendo su código Fiscal G-18657262 y teniendo su domicilio social (provisional) en el Instituto de Enseñanza Secundaria “Francisco Ayala” s/n.
  • A efectos funcionales la Concejalía de Participación Ciudadana considera a AA.VV. Albayda como una asociación de vecinos: así, nos lo han hecho constar en distintas reuniones los diferentes concejales del Área de Participación Ciudadana. Nuestros vocales disponen de capacidad para intervenir libremente y en igualdad de condiciones, al resto de Asociaciones, en los Distritos Chana, Norte y Beiro. En este sentido, la Asociación de Vecinos Albayda viene participando, desde hace años, de todas las actividades que realiza la Federación de Asociaciones de Vecinos de Granada.
  • El sobrecoste generado por las fiestas de barrio en el presupuesto municipal es uno de los factores principales por los que el consistorio estima oportuno no ampliar el número de asociaciones de la ciudad: tal como nos indicaron desde el Área de Participación Ciudadana, en Granada determinados colectivos vecinales han convertido el término participación vecinal en sinónimo exclusivo de financiación para las fiestas de barrio. Esta situación ha supuesto un desembolso de 584.000 euros anuales para las arcas municipales. La necesidad de disminuir este coste impide el reconocimiento de los colectivos vecinales que se han constituido en los nuevos barrios surgidos tras la expansión urbana de la ciudad.
  • Los vituperios y escarnios léxicos que recoge el diario Ideal forman parte de la habitual falta de civismo y nula capacidad de colaboración que infringen a Albayda las representantes de esa asociación vecinal: en doce años de trabajos vecinales Albayda ha sido testigo y víctima de un acoso continuo por parte de estas dos personas en forma de permanentes adulteraciones informativas e incluso intentos de sabotaje en una de nuestras asambleas.
  • Albayda trabaja a diario por mejorar la actividad de los todos los colectivos vecinales y fomentar la paz ciudadana: por ello, deseamos manifestar que taxativamente estamos en contra de cualquier tipo de coacción, extorsión o violencia ejercida sobre los colectivos que operan en la zona Norte. A nuestro juicio, todos y cada uno de los presidentes de las asociaciones vecinales deben de tener presente que una de sus obligaciones principales es mantener la paz ciudadana y las relaciones de cordialidad entre los diferentes barrios. Una asociación vecinal no deben promover en la ciudanía valores anticonstitucionales, insolidarios y actitudes negativas hacia otros colectivos. Por ello, queremos dejar meridianamente claro que Albayda no comparte, ni compartirá jamás dichos valores; no amparará tampoco medidas de coacción violentas, tales como: pintar persianas para intimidar a una ONG (calificando a las personas que asisten con adjetivos descalificativos); calificar a colectivos vecinales como “como asociaciones de amigos o invenciones”, etc.
  • El nombre que han recibido las nuevas infraestructuras es fruto del nombre del barrio donde se ubican y producto del tremendo esfuerzo negociador que AA.VV. Albayda ha realizado de forma continua con las diferentes administraciones públicas para conseguir dotar a este barrio de equipamientos y servicios que incrementen la calidad de vida de las familias que residen en el barrio: los mapas municipales son claros, el barrio de la Cruz tiene su límite (no oficial) en la calle Sol y Sombra, por lo que ni el Colegio, ni el Centro de Salud, ni la piscina, ni el polideportivo están incluidos en su demarcación.
  • El barrio de Albayda posee una configuración urbana y arquitectónica diferente al barrio de la Cruz: los asentamientos urbanos del barrio de Albayda comenzaron a erigirse a finales de los noventa, treinta años después de consolidarse el barrio de los Toreros (hoy barrio de la Cruz). Por esa razón, sus características urbanas, arquitectónicas y etnográficas están completamente separadas de las del Barrio de la Cruz. Asimismo, geográficamente el barrio está separado del resto de barrios por grandes ejes de comunicación (Av. de Miranda Dávalos/Eje de la Encina; Carretera de Jaén/Av. Juan Pablo II; Carretera de Maracena y Carretera de Málaga). Otra cuestión bien distinta, es que en su afán por adquirir mayor notoriedad municipal, determinadas asociaciones hayan estimado oportuno modificar su delimitación estatutaria para así incorporar forzadamente nuevos espacios urbanos a sus barrios ya consolidados. Esta situación está condenando a los vecinos de los nuevos barrios de Granada a identificarse forzosamente con los valores de barrios consolidados treinta años antes.
  • Los mapas oficiales (aprobados en pleno y por decreto) de la delimitación urbana de los barrios de Granada son de mediados de los años ochenta: esta planimetría urbana de vital importancia para discriminar los límites físicos/urbanos de los barrios, y que no debe confundirse con el ámbito de actuación que establecen las asociaciones vecinales en sus estatutos, está obsoleta y no recoge la gran transformación urbana que ha experimentado la ciudad de Granada desde mediados de los años noventa. Ello está dando lugar a:

· Que las asociaciones de barrios consolidados sigan una política de hechos consumados intentando, de forma permanente y a través de todos los medios a su alcance, ampliar de manera unilateral (sin contar con el sentimiento de la ciudadanía, ni teniendo en cuenta la presencia de otros colectivos vecinales) la delimitación que recogen sus estatutos para incluir en su ámbito de actuación a los nuevos barrios: estas asociaciones consolidadas aprovechan la desincronización temporal existente entre la edificación de un nuevo barrio y la publicación efectiva de su delimitación en las planimetrías urbanas municipales. En ese intervalo de tiempo procuran difuminar la identidad original de la nueva barriada induciendo erróneamente a los vecinos a pensar que eso nuevos asentamientos urbanos constituyen una mera prolongación de barrios consolidados 30 años antes. Además, consiguen un efecto perverso al acumular actividad asociativa en la zona que justifica posteriormente ante el Ayuntamiento la asimilación del nuevo barrio a los espacios de la barriada ya consolidada.

· Un elevado nivel de conflictividad entre los barrios consolidados, los nuevos barrios no consolidados y el Ayuntamiento: los vacíos cartográficos provocados al no delimitar a los nuevos barrios construidos en las áreas de expansión de la ciudad obstaculizan a los nuevos movimientos vecinales que surgen en estas zonas, puesto que, a pesar de existir como realidades físicas urbanas no pueden atribuir la delimitación estatutaria de sus asociaciones a una delimitación cartográfica concreta.

· Un crecimiento desorbitado y anómalo del área de actuación de las Asociaciones de barriadas consolidadas: lo que da lugar a que estas asociaciones vecinales acumulen un mayor nivel de representatividad municipal y reduce a su vez del número de barrios y asociaciones que compiten por los recursos económicos que aporta el municipio.

  • Albayda siempre se ha mostrado predispuesta a colaborar, dialogar y participar junto a la Asociación de Vecinos de “La Cruz”, en aquellos aspectos que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos de ambos barrios: tal como se le comunicó al Concejal de Participación Ciudadana, a pesar de los constantes agravios recibidos, Albayda siempre ha valorado positivamente una alianza entre las asociaciones que contribuya a mejorar la calidad de vida de los vecinos de ambos barrios.

Asimismo, Albayda remitirá en los próximos días al Ayuntamiento y especialmente al concejal de Participación Ciudadana un comunicado (con copia adjunta del artículo publicado) para manifestar oficialmente ante el consistorio el tremendo malestar y desagrado que han causado entre sus asociados dichas declaraciones.


Saludos cordiales
Carmen Muñoz

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